Leyendo esta noticia en La Voz de Barcelona:
me ha venido a la mente algo que últimamente me viene dando vueltas en la cabeza y que me preocupa enormemente, por las posibilidades nefastas que podría tener en la convivencia en paz de los ciudadanos de Cataluña. Una reflexión que quiero compartir con los lectores de este blog:
La radicalización del movimiento nacionalista tiene una ventaja y un inconveniente para los que no somos nacionalistas:
1) La ventaja es que por fin se quitan la careta y demuestran lo que siempren han sido y piden lo que siempre han buscado. Ahora no podrán engañar a nadie, ni a los que necesitan ser engañados para manternerse en el poder. El producto se vuelve transparente y el que lo quiera comprar es porque le gusta. A partir de este momento, nadie podrá sentirse engañado como yo mismo me sentí tras votar al Psc de Maragall hace dos elecciones autonómicas.
2) El inconveniente es que para este proyecto político de búsqueda de un estado propio no van a encontrar más del 30% de catalanes, ¿qué haremos el resto? ¿y qué hará ese 30% cuando en medio de esa deriva radical se den cuenta que no pueden conseguir sus objetivos?
Confiemos en que se imponga la modernidad y el "seny" y dejando a un lado las huidas hacia adelante de los políticos y sus acólitos, los ciudadanos nos unamos para gritar bien fuerte que estamos por unir y no por separar, por el respeto y contra la imposición, por la justicia y contra el engaño.
Salud
1) La ventaja es que por fin se quitan la careta y demuestran lo que siempren han sido y piden lo que siempre han buscado. Ahora no podrán engañar a nadie, ni a los que necesitan ser engañados para manternerse en el poder. El producto se vuelve transparente y el que lo quiera comprar es porque le gusta. A partir de este momento, nadie podrá sentirse engañado como yo mismo me sentí tras votar al Psc de Maragall hace dos elecciones autonómicas.
2) El inconveniente es que para este proyecto político de búsqueda de un estado propio no van a encontrar más del 30% de catalanes, ¿qué haremos el resto? ¿y qué hará ese 30% cuando en medio de esa deriva radical se den cuenta que no pueden conseguir sus objetivos?
Confiemos en que se imponga la modernidad y el "seny" y dejando a un lado las huidas hacia adelante de los políticos y sus acólitos, los ciudadanos nos unamos para gritar bien fuerte que estamos por unir y no por separar, por el respeto y contra la imposición, por la justicia y contra el engaño.
Salud
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